La colonización
La colonización española de América no
fue sencilla. Luego de las violentas guerras de
conquista, las sociedades aborígenes fueron
controladas a base de acuerdos con los caciques,
que conservaron poder sobre sus comunidades.
Los colonizadores se enfrentaron
entre ellos y con las autoridades que venían
de España.
El sistema colonial se organizó sobre sociedades
indígenas que ya existían. Por ejemplo, no
es coincidencia que los centros de colonización
se establecieran en los territorios de los imperios
más grandes del continente, el de los aztecas y
el de los incas.
Se dieron numerosos conflictos, pero con el
tiempo se fueron creando los cabildos, audiencias
y virreinatos en los territorios conquistados.
Junto a las autoridades civiles, se establecieron
las eclesiásticas, una de las más fuertes bases de
apoyo del régimen colonial.
Guerras civiles
Terminadas las guerras de conquista, comenzaron
los enfrentamientos entre conquistadores.
Francisco Pizarro se enfrentó con su socio Diego
de Almagro por el control del Cuzco y el Perú. Almagro
fue derrotado y ejecutado. Su hijo encabezó
una revuelta, asesinó a Pizarro y tomó el poder. Las
autoridades españolas mandaron un comisionado,
pero el joven Almagro no se sometió y también fue
vencido y ejecutado.
Además de las rivalidades internas entre conquistadores,
había un conflicto más de fondo entre ellos.
Unos intentaban dirigir las tierras conquistadas con autonomía, y la Corona, es decir, las autoridades espa-
ñolas de la península, quería someter todo el continente
a su autoridad directa. Para esto, se dictaron leyes
nuevas que dejaban el mando político y económico
de las colonias en manos de la Corona y establecían
mecanismos de protección de los indígenas.
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